Aprender a gestionar el nerviosismo

aprender a gestionar el nerviosismo

Comparte esta entrada:

¿Te consideras una persona nerviosa? Si es así, ¿Te gustaría aprender a gestionar el nerviosismo? ¿quieres saber cómo controlar tus nervios? Digamos que tienes una presentación importante en el trabajo o algún acontecimiento o situación que te inquieta. 

Podrías sentirte muy tranquila y serena de antemano. Sin embargo, cuando te pones de pie frente a la sala de presentaciones o te dispones a prepararte para ese acontecimiento que te inquieta, tu corazón comienza a latir más rápido de lo normal y tus manos empiezan a temblar. 

¿Cómo podemos gestionar el nerviosismo?

No hay nada de malo en estar nerviosa; en realidad, la mayoría de las personas se sienten nerviosas frente a una presentación o ante determinadas circunstancias. Sin embargo, si te das cuenta y reconoces que tu corazón late más rápido y que respiras más deprisa de lo normal, puedes tomar control del problema antes de que se haga más intenso.

Aprender a gestionar el nerviosismo no consiste en eliminarlo por completo, sino en entender los motivos que detonan ese nerviosismo y cómo afrontarlo. Nuestro objetivo es controlar el nivel de nerviosismo de forma que nos permita aprovechar todo nuestro potencial.

Aquí tienes una serie de recomendaciones para gestionar mejor el nerviosismo: 

Aprende a respirar

Cuando estamos nerviosos, nuestra respiración se vuelve agitada, entrecortada y nos cuesta más inhalar. Nuestro cerebro capta estas señales y aumenta automáticamente el nivel de alerta. Sin embargo, una respiración lenta y acompasada ayuda a relajar los nervios que van del diafragma al cerebro, enviando el mensaje de que todo está bien.

Por lo tanto, una excelente estrategia para controlar los nervios es respirar lentamente. Intenta inspirar contando hasta cinco y sintiendo cómo se llenan tus pulmones. A continuación, exhala el aire lentamente, contando hasta cinco muy despacio. 

O también, puedes practicar de una forma más específica, como puede ser la respiración diafragmática, que, practicándola de forma diaria, hará que te relajes con más facilidad en los momentos de nerviosismo.

Busca un espacio tranquilo donde te sientas relajada y cómoda. Siéntate con la espalda recta en una silla con los pies en el suelo (no cruces las piernas). Coloca una mano en la parte superior del pecho y la otra justo debajo de la caja torácica, en el abdomen. Esto te ayudará a sentir el movimiento del diafragma al respirar.

Inspira por la nariz durante tres segundos (contando un mil, dos mil, tres mil) para que tu estómago se mueva hacia fuera contra tu mano. La mano sobre el pecho debe permanecer lo más quieta posible. Aguanta otros tres segundos y expulsa el aire desde el abdomen durante otros tres segundos. 

Conectar con la naturaleza y la actividad física.

La tensión que sientes en las manos y los pies se debe probablemente al exceso de adrenalina en tu cuerpo. Si existe una forma ideal para descargar nuestro excedente de adrenalina es mediante la práctica de actividad física. Esto no significa que tengas que salir a correr justo antes de dar un discurso o huyas antes un acontecimiento que te genera nerviosismo, pero el simple hecho de dar un paseo, si puede ser en un entorno natural, mucho mejor, puede ayudarte a aliviar parte de tu ansiedad.

De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Stanford descubrió que las personas que caminan en medio de la naturaleza, en comparación con las que lo hacen en la ciudad, no sólo tienen menos pensamientos rumiativos, sino que también tienen niveles más bajos de cortisol en sangre, una presión arterial más baja y experimentan menos ansiedad. De hecho, en Japón se considera que caminar con atención en la naturaleza es terapéutico y tienen rutas específicas para ello (conocidas como «Shinrin-yoku»).

Prueba a visualizar el éxito.

Visualizar el éxito puede ser una técnica efectiva para alcanzarlo. La visualización es una herramienta que usan muchos atletas, artistas, empresarios y músicos. Con la visualización se imaginan cómo se sentirán en situaciones futuras determinadas: cuánto se relajarán antes de la actuación, cómo mantendrán la calma antes de las reuniones o qué sentirán después de haber logrado sus metas deportivas. Esto no solo ayuda a reducir el nerviosismo, sino que además permite al cerebro trabajar para conseguir dicha meta.

Cuando realices estas visualizaciones, realízalas desde dentro la situación, es decir, estando presente y sintiéndote partícipe de todo lo que ocurre, no visualizando la escena desde fuera como si nada de esto tuviera que ver contigo, si no, como si estuvieras viviendo en el momento presente de la visualización todo el acontecimiento futuro siendo tu la protagonista. 

Haga una lista de aspectos positivos.

  • La próxima vez que te sientas nerviosa, haz una lista de las cosas que te gustan hacer o qué te gustaría hacer en un futuro y considera la posibilidad de hacer una de ellas en ese momento si las circunstancias te lo permiten, o, planifica cuándo la podrás hacer. 
  • También puedes hacer una lista con todas las cosas y aspectos positivos de tu vida. En muchas ocasiones solo nos enfocamos en lo negativo y nos olvidamos de todo lo positivo que tenemos en nuestra vida. 

Cambia tu diálogo interno.

Recuerda que el diálogo interno son los pensamientos que nos decimos a nosotros mismos. Si constantemente tienes pensamientos negativos, no estás ayudando a tu nerviosismo.

 Lo más importante es ser consciente de lo que piensas y decirte a ti misma «no, no te voy a hacer caso. Muchas gracias por venir, pero ya puedes irte por donde has venido«. En lugar de decir, «Pero que idiota soy, no valgo para nada o esto no va a acabarse nunca”. 

Intenta hablarte de forma amable y con el cariño con el que le hablarías a otra persona. Nadie te puede hablar mejor de lo que lo hagas tú contigo misma. 

Meditar o hacer yoga.

  • Meditar o hacer yoga son maneras de gestionar el nerviosismo
  • Puedes meditar centrándote únicamente en tu respiración y en las sensaciones físicas de tu cuerpo. Intenta realizar esta práctica todos los días durante 10 minutos. Verás como, con el paso de los días, tu mente empezará a estar más calmada y relajada 
  • El yoga es la conexión del cuerpo y la mente. Es un tipo de disciplina que abarca no sólo el ejercicio físico, sino también técnicas de respiración y meditación. Puedes hacer yoga en casa o ir a un centro especializado o gimnasio, pero recuerda que debes practicarlo regularmente para obtener los mejores resultados.

Puedes gestionar tus emociones si estás dispuesto a trabajar para ello.

Puedes gestionar  tus emociones si estás dispuesta a trabajar para ello. La gestión del nerviosismo es un proceso que requiere esfuerzo y dedicación. Al igual que cualquier otro talento, se puede desarrollar y mejorar con la práctica y una buena gestión emocional. Cualquiera puede hacerlo, pero no todos lo hacen.

Las personas somos un todo, es decir, a medida que aprendas a controlar tu nerviosismo, el resto de áreas de tu vida se verán beneficiadas. Cuando aprendas a gestionar tus emociones, mejorará tu autoestima y confianza, mejorarán  tus relaciones personales, y te sentirás más a gusto en tu trabajo entre otras muchas cosas. 

Cuando tú cambias, todo tu alrededor cambia en resonancia. Cuando aprendas a gestionar tus emociones, el equilibrio y la calma volverán a tu vida.  

¿Aplicas alguna de estas técnicas para reducir tu estado de nervios? ¿Cuál?

 En caso contrario, ¿qué te parece empezar por alguna de ellas? Ya sabes que si quieres cambiar tu situación actual, necesitas hacer cambios, por muy pequeños que sean. Pequeños cambios dan lugar a grandes resultados. 

Me gustaría que me enviaras un correo o WhatsApp indicándome si vas a empezar a poner en práctica alguna de estas sugerencias. Cuando te propones algo y se lo dices a otra persona, el compromiso es incluso mayor.

También te puede interesar:

Enter your username and password to log into your account