Nerviosismo vs. Ansiedad: ¿Cuál es la diferencia?

Nerviosismo vs. Ansiedad

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Nerviosismo y ansiedad son dos palabras que pueden parecer sinónimos para muchas personas puesto que, en ambos casos se pueden experimentar una gran variedad de síntomas similares, como tensión muscular, fatiga, trastornos del sueño, irritabilidad, dificultad de concentración y otros. Sin embargo, son muy diferentes en cuanto a su significado, origen e implicaciones. 

El nerviosismo puede ser una respuesta normal del cuerpo cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones o retos. Nos pone en alerta y nos prepara para la acción. La ansiedad, en cambio, es un sentimiento más intenso que puede ser más debilitante e intenso si se produce con frecuencia.

Tanto el nerviosismo como la ansiedad, pueden tener efectos positivos si se utilizan a nuestro favor y los usamos para dar el impulso que necesitamos para tomar acción. Sin embargo, si ambas se mantienen en el tiempo, pueden generar efectos negativos en nuestra salud y vida diaria. 

Veamos con más detalle las diferencias entre el nerviosismo y la ansiedad, para que puedas determinar con cuál te sientes más identificada según tu estado de ánimo actual.

 ¿Qué es el nerviosismo?

El nerviosismo es un sentimiento de excitación y anticipación que por normal general precede a un evento o situación concreta, pero también puedes sufrir de nerviosismo e intranquilidad sin una causa aparente. Puede ser positivo o negativo, dependiendo de la situación y de tu estado mental. 

Usar el nerviosismo a nuestro favor, es si por ejemplo te sientes nerviosa antes de hablar en público, esa sensación de intranquilidad puede ayudarte a concentrarte y estar plenamente presente en lo que tienes que decir en ese momento. Esto puede ser positivo, ya que puede ayudarte a ofrecer un mejor discurso. 

El nerviosismo puede ser provocado por situaciones desagradables, como una reunión importante, una discusión o un evento traumático, pero también, puede ser consecuencia de un acontecimiento positivo, como una entrevista de trabajo, pasar tiempo en familia o una primera cita. 

El nerviosismo es una respuesta humana natural que prepara al cuerpo para la acción. Cuando se enfrenta a una situación estresante, el sistema nervioso simpático (SNS) entra en acción, aumentando el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo a los principales músculos, como el corazón, los pulmones, las piernas y el tracto gastrointestinal. 

Si ese estado se usa con un enfoque positivo, aumenta la energía y el metabolismo, ayudándote a rendir mejor en el momento. Sin embargo, si ante esa situación y esos síntomas físicos entras en bucle y te enfocas en lo mal que te encuentras, te limitará todavía más. 

El nerviosismo también puede estar causado por la anticipación: cuando estás tan concentrado en el futuro que tu mente no es capaz de involucrarse plenamente en el momento presente.

 ¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una sensación de preocupación abrumadora, nerviosismo y, a veces, pánico. Es la respuesta del cuerpo a una situación de estrés fuerte donde muchas veces no se es consciente de las causas que lo provocan. 

En estas situaciones, el sistema nervioso parasimpático (SNP) del cuerpo entra en acción, aumentando el ritmo cardíaco y el metabolismo en un intento de reducir esa tensión. 

En la mayoría de los casos, el SNP y el SNS están en una constante batalla de «empuje y arrastre» entre ellos. La ansiedad se convierte en un problema cuando el SNP toma el control, dando lugar a un estado poco saludable de «lucha o huida» que te hace sentir tensa y agotada. 

Si estás constantemente en un estado de ansiedad, esto puede tener un gran impacto en tu vida diaria. Puede ser difícil concentrarse en las tareas, llevar a cabo las actividades de la vida diaria e incluso puede resultar difícil salir de casa.

 La diferencia entre nerviosismo y ansiedad

El nerviosismo en un primer momento puede surgir como consecuencia de una situación o evento estresante, sin embargo, si se mantiene en el tiempo y se mantiene un estado de preocupación intenso, puede convertirse en nerviosismo crónico o ansiedad y tener un impacto negativo en la vida diaria. 

  • Aunque el nerviosismo y la ansiedad se parecen bastante en cuanto a los síntomas físicos, el nerviosismo se considera de menor intensidad que la ansiedad. 
  • Tanto la ansiedad como el nerviosismo pueden ser anticipatorios, sin embargo, la ansiedad se considera más estresante y de mayor intensidad ante esos miedos anticipatorios. 

Cómo superar el nerviosismo

La sensación de nerviosismo puede ser a menudo una parte común de nuestra vida cotidiana, bien sea por tener que tomar una decisión importante o por un reto a superar. Pero también puede ser que aparezca esa sensación de intranquilidad sin ser consciente de la causa. 

Una forma eficaz de hacerlo es aprovechar las emociones a nuestro favor. Al reconocer y comprender el origen de tu nerviosismo, puedes aprender a gestionarlo de forma más constructiva. Para ello, necesitas sentir como se expresan las emociones en tu cuerpo, es decir, deja que esa sensación física que tienes en los momentos de intranquilidad se exprese y te diga qué mensaje tiene para ti. 

Otra estrategia importante es dar pequeños pasos concretos hacia tu objetivo. Por ejemplo, si estás nerviosa por hacer un examen, porque tus hijos no se portan como crees que deberían o porque tengas que enfrentarte a un acontecimiento nuevo para ti, dar pasos pequeños y concretos pueden ayudarte a mantenerte centrada en tus objetivos. Si te centras en el proceso y no en el resultado, podrás superar el nerviosismo y alcanzar tus objetivos con mayor facilidad.

  • Prepárate.
  • Sé consciente.
  • Concéntrese en el momento presente.
  • Respira profundamente.
  • Practica, practica, practica.
  • Utiliza afirmaciones positivas.
  • Visualiza un resultado positivo.
  • No pienses en los resultados negativos.

 Cómo hacer frente a la ansiedad

El trastorno de ansiedad se caracteriza por una preocupación persistente y acumulativa. Los pensamientos en momentos de ansiedad pueden ser pensamientos negativos de baja intensidad o de naturaleza catastrófica. 

Hacer frente al trastorno de ansiedad puede ser un reto, ya que rara vez existen niveles tolerables de ansiedad dentro de unos límites seguros y estables. Sin embargo, hay muchas estrategias eficaces que las personas con ansiedad pueden emplear para controlar sus síntomas y evitar que su proceso aumente. 

Comprender el origen de la ansiedad y aplicar cambios en el estilo de vida que favorezcan la salud y el bienestar general son sólo algunos de los enfoques más beneficiosos que pueden utilizarse para hacer frente a la ansiedad.

  • Respira profundamente
  • Practica la atención plena.
  • Duerme lo suficiente.
  • Come sano.
  • Hacer ejercicio.
  • Evita el exceso de cafeína y alcohol.
  • Meditar.
  • Procura rodearte de gente positiva.
  • Concéntrate en el momento presente.
  • Habla con alguien sobre tus sentimientos.
  • No pienses en el peor escenario posible.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el nerviosismo y la ansiedad? Si buscas una respuesta definitiva, no la hay: ambos sentimientos suelen tener los mismos síntomas, pero en principio uno de corta duración e intensidad más leve, mientras que el otro puede ser de mayor duración e intensidad más elevada. 

Lo más importante es recordar que tanto el nerviosismo como la ansiedad forman parte del ser humano y que por muy molestos que sean los síntomas no son peligrosas. Lo que sí que es importante es buscar ayuda profesional si ambas situaciones se mantienen en el tiempo puesto que limitan la calidad de vida de forma considerable. Así aprenderás a gestionar bien tus emociones ante las diferentes situaciones que puedan surgir. 

Dicho esto, hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para minimizar las posibilidades de que el nerviosismo y la ansiedad aparezcan o aumenten de forma drástica como te he comentando anteriormente: practica la atención plena y otras técnicas de relajación, habla con personas de tu alrededor en el momento en que empieces a sentirte abrumada, favorece la aparición de pensamientos positivos y sobre todo, date cuenta de que es un momento pasajero que acabará desapareciendo. 

Si te sientes angustiada, no te asustes: Puedes contar con mi ayuda.

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